Mi primer año trabajando en Roa como profesional liberal estaba hecho con mucha curiosidad por aprender pero con mucha incertidumbre sobre el futuro profesional, era el año 1985.
Años después, afirmo con rotundidad lo positivo de mi elección, la experiencia adquirida gracias al pueblo de Roa y su comarca; el dulce sabor de una labor hecha con mi mejor criterio profesional.
Y continúo.
En este momento justo, donde todos los elementos crean ese bello equilibrio, es lo que me motiva a seguir buscando la perfección y el bienestar.